domingo, 23 de septiembre de 2007

poemas de Jhony Reyes Murcio

Bachiller, miembro fundador del Taller Literario “Quino Caso” bohemio y poeta, autor del poemario inédito “Canto aun enamorado”, parte de su material ha sido publicado en periódicos nacionales.

Actualmente es explotado en una maquila como miles de sus compatriotas




Personal y odio.

En el principio y el final,

he perdido la luz de mis venas,

las mariposas de mi cerebro oxidado

mis ojos lloran penas

mientras la fe

es victima de la muerte anunciada.



Desconjunto.

Por un momento

la ausencia

de mi soledad

invade la presencia

del engaño en las

alas de un pajarillo

que revela la muerte

del invierno.

En esta noche de lluvia

pajarillo de mi corazón

que por un momento

sueña la vida diaria

como la ausencia

de la soledad

entre el silencio

de pensar

que un día de vuelo

muera la ausencia

de tu soledad.


“Creo en ti…”


Creo en ti, Amor.

Creo en tu sonrisa

ventana abierta del ser

creo en tu mirada

espejo de tu honestidad

creo en tus lágrimas,

signo de compartir, alegrías o tristezas.

Creo en tus manos,

siempre extendidas para dar o recibir,

creo en tu corazón

perfecto, sin lágrimas de sufrimiento.

Creo en tu palabra,

expresión de lo que quieres o esperas.

Creo en tus pasos,

segura y sin época de orgullo.

Creo en tus besos

con amargura y pecados en tus senos.

Creo en ti, Amor

así de sencillo

- en las locuras de tu silencio -

Soledad.

Cuanto tarda

el tiempo de tu huella

para llegar a mí.

Cuanto tarda

tu canto paradisíaco

para llegar a mis oídos.

Cuanto tarda

la sombra de tu llegada

para pronunciar tu nombre.

Cuanto tarda

o cuanto das por los ojos

de este inquieto fantasma.

Cuanto tarda

la palabra en decirte

rincón de cueva profunda,

¡oh! cuanto tarda

la magia de tu mente

en este tu cuerpo selecto

del verano perdido

que llevo en las letras

de mis escritos,

y la agonía de tu presencia

que hace de mí

la muerte repentina

de la flor nocturna

que lleva en el pecho

sus pedazos de sueños.

Cuanto tardan

mis años para dejarte

en la ausencia de mis pasos.



A ella.

Deja volar la mariposa

que llevas en las luz de tus manos,

claro esta tu cuerpo

en el jardín de mi piel

y tus ojos

tu rostro es el rio

que hace llorar la soledad,

mi soledad, cuando me hace falta verte

morena y radiante

esperando la madrugada,

esperando el amor intimo

de arena y sal

con pan y agua

como los amantes azules

esclavos de la belleza.

No dudes de mí ser

no dudes de mi amor,

yo te amo.

te amo y te amo


Un poema.

Primer acto escrito.

ya es hora,

la soledad vende su sangre,

el grito es verano

en su libertad

como una figura juega mi clara

belleza entre el montón.

Las flores no mueren

la oscuridad espanta

de los cielos el remolcado

viento de tus horas,

me basta la sagrada

niñez de mi hija

mientras trabajo callado

para el fruto de un mañana.

Es octubre

la santa fantasía

rebalsa el fin de tu historia

ya es hora

duerme tranquila

la noche es travesura

en cada mirada sin veneno

del escorpión

amanecerás contenta

sin tropiezos faltantes

te abrazare como siempre

es hora

descansa como el sereno

en el bosque.


Un poema.

Tercer acto escrito.

Es noche de horizontes

pierdo la voz y la libre esperanza sin sueños

que junio robaba al duende de mi cansancio

y vivo entre hambre

y reino de gallos huyendo del frío

las calaveras espantan los días de esta semana.

Bueno, veo en la ventana

el trópico que explota flores

los bullicios se matan

las calles se mojan esta lloviendo,

en el camino los murciélagos chocan

se quieren y equivocan su paladar.

Robaron la risa de la soledad

la sombra que llevaba en sus manos,

el sol que le alumbraba

era un pájaro de relámpago

su tiempo eran luces …

Ha muerto

mi poema esta cansado

mi hija aun estampa su futuro,

estamos viejos, las anclas

estacan su palabra

misterio fue, este poema muerto,

soy un corazón , un poema muerto

que a un vive para ella, para ellos

para todos ( Los que creen en los libros)

Mi familia y a mi madre

que piensan que estoy loco

perdido en las gradas de la luna,

en las alas de los pájaros.

Fumo cigarros, bebo con mis enemigos

mientras los vecinos

roban el verano agitado

de estos tiempos cultos.

Medianoche

es día viernes madrugo al trabajo

escucho la radio

me harta el aumento

al salario.

Los vientos cambian

estoy en agosto maniado

al olvido o creo que octubre

agoniza sombras y fuegos

mientras aburren las dudas

se tumban palabras

que esperan la llegada de los ojos

de las búsqueda en las vacantes

caras mojadas.

Riendo de estrés

necesitan historias robadas

leyendas hipócritas

y aparecer en la subasta

del siglo veintiuno,

ahora soy yo el necio

el vago, el sinvergüenza

que robo los ladridos

de seguir el amor

pienso en la burla

y en la noche barata

la noche más puta

que las del callejón

hoy este poema muerto

solo en la caída de la lluvia

en la luz del sueño

en el arco iris del duende

y su careta temporal

de la fantasía de esta realidad.

1 comentario:

Santiago Vásquez dijo...

Los agregué en mi blog a la sección de links. Saludos y adelante.